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Industria vertebradora para el progreso

Pilar Martínez-Cosentino Alfonso Vicepresidenta Ejecutiva de Grupo Cosentino

Me complace enormemente abrir este capítulo del directorio dedicado a "Industria y Fabricación". Y es que en Cosentino somos firmes defensores de la Industria. Reivindicando desde hace años una imprescindible reindustriali zación de nuestra economía. Nuestro futuro pasa de forma inelu dible por la industria, porque así po dremos superar nuestras debilidades y amenazas: desempleo estructural, mala perspectiva demográfica, potencial éxodo climático, por citar solo algu nas de las preocupaciones más serias.

Todos son factores que pueden frenar nuestra capacidad de generar riqueza. Ya estamos viendo las nefastas consecuencias de delegar en otros los procesos industriales, las cadenas de suministros o la generación de energía. Nuestro futuro pasa de forma ineludible por la industria Hace poco conocíamos el llamado 'Informe Draghi', el cual nos colocaba ante el espejo. Diagnóstico: estamos inmersos en una tormenta perfecta de caída de la innovación y de la competitividad que amenaza con dejar a Europa fuera de la carrera geoeconómica. Solución: impulsar la innovación y digitalización, y fomentar medidas de política industrial a escala europea en ámbitos como las tecnologías limpias que apuesten, de forma paralela, por los beneficios de la descarbonización

Hay que reivindicar la industria por su demostrada capacidad de generar empleo de calidad, y de ofrecer un as censor social al que se accede vía formación y esfuerzo individual. Una industria con capacidad para fijar población en la llamada España Vaciada con grandes ejemplos de éxito: el coche en Ga licia, la alimentación en Castilla y León, la energía en Aragón o los materiales innovadores en Andalucía

Esta apuesta no solo tiene beneficios sociales y económicos. También debe ir ligada al reto medioambiental. La industria debe ser competitiva, pero esencialmente verde. La industria limpia es el futuro, es la solución para afrontar el desafío de compatibilizar des carbonización y competitividad.

Las empresas euro peas soportamos precios de la electricidad y del gas muy superiores a los de EE.UU. por ejemplo, y el panorama no tiene visos de cambiar. Si los beneficios de la energía limpia no se traducen en meno res precios, los elevados costes energéticos terminarán por frenar el crecimiento. Asimismo, los hogares no percibi rán los beneficios de la descarbonización.

Ante este camino, España y en particular Andalucía, tienen una posición inmejorable. Seguridad, estabilidad institucional, un sistema educativo bueno, una enorme riqueza natural y cultural, etc. Pero hay que ser quirúrgicos de manera urgente, e incidir en varias claves. Es preciso hacer pedagogía en la sociedad española, desde la escuela, sobre nuestras capacidades industriales y las claves para su sostenibilidad.

Hay que orientar más rápidamente la Formación Profesional a las necesidades de nuestra industria, con especial énfasis en el modelo Dual, en línea con lo que Cosentino viene haciendo desde hace años con éxito contrastado. Dotar a la I+D+i de más recursos y de más estabilidad jurídica. Y terminar, por favor, las infraestructuras pendientes a la mayor brevedad, con el ejemplo clamoroso del Corredor Mediterráneo a la cabeza que tanto puede hacer por Almería.

Y todo ello, bajo el paraguas de la colaboración público-privada. Tejer a partir de la construcción de sinergias entre diferentes sectores, entidades e industrias. Las oportunidades las aprovecharán los que se adelanten a los demás. Los que tengan unas políticas más efectivas. Y los que sean capaces de trabajar en alianzas.

En conclusión, acabemos con el infructuoso dilema sobre si hemos de ser país de servicios o país industrial. Ya está demostrado que es la hibridación de los sectores secundario y terciario lo que catapulta una economía. Y abramos un debate ambicioso sobre nuestra industria y su futuro.

Aquí en Almería sabemos bien que la industria ya fue un importante motor económico hace algo más de medio siglo con la minería, con vestigios que nos recuerdan ese pasado tales como el Cable Inglés. Ahora el polo industrial ha virado a otros sectores, como el de la piedra natural o el agro.

Pero estoy convencida que Almería tiene unas enormes posibilidades de futuro. No solo de seguir innovando en agricultura, turismo o piedra, sino en liderar a medio plazo una industria potente en energías renovables, sostenibilidad y economía circular.

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