Hace tres años, en una conversación con la prensa local, compartí una visión que entonces parecía ambiciosa: que el sector de las energías renovables se convertiría en un motor de crecimiento económico para nuestra provincia, basado en la creación de empleo de alta calidad y una profunda profesionalización. Hoy, esa visión no solo se ha validado, sino que la realidad ha superado con creces las expectativas, consolidando la transición energética como un pilar irrenunciable del desarrollo en Andalucía y, de forma muy especial, en Almería.
Un Sector en Plena Ebullición
Andalucía se ha erigido como líder indiscutible de la revolución verde en España. Los datos macroeconómicos son contundentes y reflejan una transformación sin precedentes. En 2024, nuestra comunidad batió un doble récord, alcanzando una cuota de producción renovable del 68.1% en el mix regional, impulsada por la instalación de 2,253 MW fotovoltaicos, la cifra más alta del país.
Este liderazgo no es una abstracción estadística; se traduce en prosperidad tangible. En los últimos seis años, el sector ha movilizado inversiones superiores a los 8,500 millones de euros en Andalucía, generando 25,000 empleos directos asociados a la construcción y operación de nuevas plantas. En Albedo Solar, no somos meros espectadores de esta transformación; somos un agente activo que impulsa este cambio desde dentro, contribuyendo con cada proyecto de autoconsumo a este ecosistema de innovación y desarrollo.
El Binomio Crítico: Energía y Agua
Para Almería, la transición energética trasciende el objetivo medioambiental; es una cuestión de supervivencia económica. Nuestra posición como la “huerta de Europa” depende de un recurso cada vez más escaso y costoso: el agua dulce. La desalación, una solución vital para nuestra agricultura, es un proceso intensivo en consumo energético, lo que vincula directamente la competitividad de nuestro campo al precio de la electricidad.
Aquí reside nuestra mayor oportunidad estratégica. Almería cuenta con un recurso solar excepcional, el combustible perfecto para alimentar nuestras plantas desaladoras y desacoplar el coste del agua de la volatilidad de los mercados energéticos. La tecnología ya nos muestra el camino. El proyecto de mejora de la desaladora de Carboneras, por ejemplo, prevé reducir su consumo energético específico en un 26%, pasando de 3.21 kWh/m3 a 2.37 kWh/m3, lo que se traduce en un ahorro anual estimado de más de 3.7 millones de euros. Integrar la energía fotovoltaica a gran escala en este proceso no es una opción, es un imperativo para garantizar la sostenibilidad de nuestro modelo productivo.
El Reto de las Infraestructuras
Sin embargo, esta ambición se enfrenta a un cuello de botella crítico: nuestras infraestructuras eléctricas. El éxito y la velocidad del despliegue renovable han puesto en jaque una red que no fue diseñada para gestionar esta nueva realidad de generación distribuida e intermitente. La propia Red Eléctrica ha advertido que un exceso de renovables sin una red adecuada podría provocar "incidentes en el suministro".
Es urgente acometer una modernización coordinada de la red. Inversiones como la ampliación de la subestación de Tabernas, clave para el Corredor Mediterráneo, son pasos en la dirección correcta, pero se necesita una apuesta mucho más decidida. Una red robusta y moderna no es un gasto, sino la infraestructura habilitadora que atraerá más inversión industrial y nos permitirá capitalizar todo nuestro potencial renovable.
Una Visión de Futuro: El Hub Tecnológico de Almería
Como afirmaba Ortega y Gasset, “sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos”. Almería no debe conformarse con ser un mero productor de electrones verdes. Tenemos la oportunidad única de posicionarnos como un Hub Tecnológico de referencia mundial en la convergencia de agua, energía e inteligencia artificial. Contamos con un ecosistema de innovación agraria ya consolidado, talento y la experiencia de empresas como la nuestra, nacida en el seno de la Universidad de Almería.
En Albedo Solar, nuestra misión es liderar la democratización de la energía, haciéndola accesible y asequible para industrias, pymes y familias. A través de modelos como las comunidades energéticas, como la que impulsamos en Almócita, demostramos que es posible generar valor económico y social de manera simultánea. Creemos firmemente que, al resolver nuestro propio desafío energético e hídrico con innovación, no solo aseguraremos nuestro futuro, sino que crearemos las soluciones que el mundo necesitará mañana.
